jueves, 2 de mayo de 2013

Edgan Allan Poe.


Pero todavía sorprende más el caso de Edgard Allan Poe, en cuya novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym, publicada por primera vez en 1838, profetizó un hecho absolutamente imposible de adivinar. La parte de la obra que aquí interesa versa sobre el naufragio del bergantín Grampus cerca de las islas Maldivas.


Cuatro sobrevivientes quedan a la deriva en un bote y uno de ellos, temeroso de no alcanzar la costa con vida, propone a sus compañeros que se sorteen quién deberá dejarse matar para que su cuerpo sirva de alimento a los demás. La propuesta proviene de un personaje llamado Richard Parker y precisamente será él mismo quien pierda la apuesta, convirtiéndose en objeto de canibalismo de sus compañeros.
Pues bien, casi medio siglo después de la publicación de aquella novela, en concreto el año 1884, la prensa francesa se hizo eco del naufragio de la goleta británica Mignonette cerca de las islas Sandwich. Cuatro personas sobrevivieron gracias a una barcaza que los mantuvo a la deriva durante varias semanas. Los ocupantes alcanzaron tal punto de desesperación que en cierto momento decidieron comerse a un grumete de 17 años que, no teniendo familia a la que mantener, parecía el más indicado para sacrificarse en pro de los demás. Extrañamente, el marinero víctima de dicho canibalismo se llamaba Richard Parker.

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